"Querría que todos leyeran, no para que se conviertan en literatos o poetas, sino para que ya nadie sea esclavo". (Gianni Rodari)

jueves, 14 de junio de 2012

"La función del lector/1" Eduardo Galeano

Lucía Peláez era muy niña leyó una novela a escondidas. La leyó a pedacitos, noche tras noche, ocultándola bajo la almohada. Ella la había robado de la biblioteca de cedro donde el tío guardaba sus libros preferidos. Pasaron los años y Lucia viajó y vivió mucho. Durante su viaje "iba siempre acompañada por los ecos de los ecos de aquellas lejanas voces que ella había escuchado, con sus ojos, en la infancia". (...)"Lucía no ha vuelto a leer ese libro. Ya no lo reconocería. Tanto le ha crecido adentro que ahora es otro, ahora es suyo".  

domingo, 10 de junio de 2012

Las malas palabras. Roberto Fontanarrosa

"¿Por qué son "malas" las malas palabras? ¿Quién las define? ¿Por qué? ¿Qué actitud tienen las malas palabras? ¿Les pegan a las otras palabras?..." 
Estoy convencida de que las palabras no tienen nada de malo, lo malo es el uso que hacemos de ellas y la intención que tenemos al emplearlas. Lo malo de las palabras es cuando las utilizamos para herir al otro. Muchísimas veces son peor que cualquier golpe.
Creo también que algunas se convierten en terribles instrumentos cuando les damos otro significado. Cuando usamos rasgos de otras personas como insultos, como por ejemplo: "gordo", "negro", "mogólico" (entre muchas). En estos casos, quienes se insultan son aquellos que las pronuncian, porque demuestran su ignorancia y una triste incapacidad de entender que ser negro o gordo no es algo ofensivo.
El que dejo, es un video interesante para ver (ténganle paciencia a los primeros minutos).
Nos ayuda a reflexionar.
Es bueno saber que lo que decimos nos define. En gran medida, somos lo que decimos.