¿Por qué sólo unas cosas del tiempo se alargan en recuerdos?
Estas cosas me inquietan.
¿Por qué nuestro destino se parece tanto a nosotros?
¿Por qué el que tiene amor encuentra amor?
¿Por qué el que tiene espanto encuentra espanto?
¿Por qué el sueño nocturno nos redime del día?
Estas cosas me inquietan.
¿Por qué tantos encuentros casuales?
¿Y por qué es tan difícil encontrar lo buscado?
¿Por qué después de tantos milenios industriosos vuelven a ser perfectos la hierba, el agua, el aire?
¿Por qué este mismo amor que hace tanto había muerto?
¿Por qué lo más precioso se pierde? ¿Por qué lo más precioso se salva?
¿Por qué siempre golpea la sombra donde más doloroso es el golpe?
Mortales, ésta es mi respuesta: porque la vida no es camino ni escala, porque la vida no es expiación ni justicia, porque la historia no asciende hacia la plenitud, ni va buscando la verdad ni lo eterno, porque hay una perfección en el abandono y hay una perfección en el esfuerzo, porque la salamandra no es menos importante que Shakespeare, porque la vida es música.
Estas cosas me inquietan.
¿Por qué tantos encuentros casuales?
¿Y por qué es tan difícil encontrar lo buscado?
¿Por qué después de tantos milenios industriosos vuelven a ser perfectos la hierba, el agua, el aire?
¿Por qué este mismo amor que hace tanto había muerto?
¿Por qué lo más precioso se pierde? ¿Por qué lo más precioso se salva?
¿Por qué siempre golpea la sombra donde más doloroso es el golpe?
Mortales, ésta es mi respuesta: porque la vida no es camino ni escala, porque la vida no es expiación ni justicia, porque la historia no asciende hacia la plenitud, ni va buscando la verdad ni lo eterno, porque hay una perfección en el abandono y hay una perfección en el esfuerzo, porque la salamandra no es menos importante que Shakespeare, porque la vida es música.
-William Ospina-
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